viernes, 5 de enero de 2007

El Interés del arte y el psicoanálisis

por Irene Accarini
Esta conjunción del arte y el psicoanálisis viene aconteciendo desde la existencia misma del psicoanálisis, como es sabido mucho más reciente que la existencia de arte, si bien su descubrimiento, el inconsciente acaece con el hombre desde que es hombre quien a su vez ha dejado en cualquier superficie trazos, huellas, gestos pictóricos.El interés en indagar la creación artística se incremente para el psicoanalista porque a diferencia del neurótico el artista no hace castillos en el aire sino objetos que da a ver. Ese objeto la obra de arte circula en la historia, en el mercado y también está abierto a la mirada de otros saberes.Para la mirada freudiana el artista es el que juega sus juegos sin pudor ante su público. Entendemos que este destino del objeto de arte el público, funda al artista como tal, y de este modo el objeto liberado de su creador, adquiere autonomía. Allí ante el tercero ya no está solo el pintor, está el cuadro; ya no está solo el poeta, está el poema. También Romero Brest nos propone con arrojo que la obra provoca arte en el contemplador, desindividualizándose creador y contemplador ya que el arte no se contiene, no se encierra, sino se provoca. Freud reconoce dos cuestiones como las únicas dignas de ser conocidas por el psicoanálisis en relación al arte. En primer lugar, el enigma del milagroso talento del artista y segundo, el valor y efecto de sus obras. Él hace la salvedad que no se trataría de las dotes artísticas de la obra, es decir no se trata defundar una estética en psicoanálisis.A diferencia de Sigmund Freud que para elucidar la creación interroga la función de la fantasía, Jacques Lacan interroga la función de la pintura entendiendo que la pintura da a ver una mirada que es en sí misma un objeto, así el cuadro resultante, es una apariencia alrededor de este objeto íntimo al artista. El artista en tanto tal ha renunciado entonces a una mirada totalizante para ubicar en el cuadro su propio deseo.Esto no significa que el arte es una actividad metafórica, Lacan entiende el arte lejos de la representación, lo ubica más allá del registro simbólico de la experiencia, el arte nos dice, es un saber hacer donde lo simbólico está en el principio del hacer.Recogiendo las consecuencias de esta propuesta lacaniana diremos que el arte no comparte el carácter de las formaciones del inconsciente, por ejemplo, de un síntoma, sin embargo hallaría en lo simbólico su principio. Principio puede entenderse tanto como comienzo como también ley que organiza. Entonces a partir de lo simbólico se comienza, se organiza un hacer. Así el arte se halla determinado, organizado por lo simbólico sin consistir en él.Este saber trabajosamente construido por el psicoanálisis está presente espontáneamente en los artistas y son ellos los que nos lo transmiten. Paul Cézanne hablaba de su trabajo artístico como hacer una realización, señalándonos que no se debe representar la naturaleza sino realizarla por medio de los colores equivalentes.Para los artistas es hacer con una cosa otra cosa, necesidad para ellos de no quedarse en la naturaleza.Entonces, la función de la pintura no es la representación, ya que está habitada siempre por una ausencia, puesta en evidencia por esa mirada-objeto del artista.Hacia el público ese tercero la función del cuadro es un beneficio, adquiriendo el relieve de sosegador, civilizador y encantador. Sosiega un deseo de contemplar. Civiliza porque invita a la renuncia. Encanta al ojo, ofreciéndose como trampa para él. Pero la ganancia de placer que proporciona la obra de arte es genuina sucediendo para ambos, artista y público.En resumen, si Lacan desde el psicoanálisis expresa que el artista sabe hacer allí donde otros solo pueden bla, bla, bla es un artista nuevamente Cézanne quien nos lo hace oír en su bella confesión cuando expresa que toda la voluntad del artista debe callar, tiene que olvidar, hacer silencio para ser un eco perfecto. Para vivir la vida del arte.

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